La Basílica de San Pedro se llena de fe y lágrimas en el adiós al Papa Francisco
En la segunda jornada del velorio del Papa Francisco, miles de personas continúan llegando a la Basílica de San Pedro, en el corazón del Vaticano, para despedirse del pontífice que transformó la Iglesia con su humildad, cercanía y mensaje de misericordia. Ayer, unas 20.000 personas esperaron pacientemente durante horas para acercarse al féretro, muchos con rosarios en mano, otros entre lágrimas.
Este jueves, la afluencia promete ser aún mayor. Desde las 7:00 de la mañana, los fieles comenzaron a ingresar en grupos controlados, y las puertas permanecerán abiertas hasta la medianoche. En el silencio del templo, interrumpido solo por rezos y murmullos de admiración, se respira un aire de profunda emoción.
Alrededor del cuerpo del Papa, rodeado de flores y símbolos litúrgicos, los visitantes oran, hacen la señal de la cruz, y algunos incluso dejan cartas o pequeños objetos como muestra de afecto. La escena es conmovedora: hombres y mujeres de todas las edades y de distintos rincones del mundo se unen en un solo gesto de respeto.
El velorio continuará hasta el viernes, día en que se cerrará al público para dar paso al funeral oficial el sábado. En esa ceremonia se espera la presencia de miles de fieles, autoridades eclesiásticas y líderes del mundo, en un último homenaje al pontífice que deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia.
